El acueducto de Els Molins, recientemente restaurado, está íntimamente ligado a la historia de Finestrat, al aprovechamiento de las aguas de la Font del Molí y al riego de la zona de huertas, conocido como L’Hort. Su enclave es de una gran belleza, ya que se encuentra a los pies del Puig Campana y, por tanto, está en uno de los lugares de mayor valor paisajístico del municipio. Es muy recomendable su visita para el turista en general, pero especialmente, para aquel que disfruta viviendo de cerca la historia y la cultura del lugar, al formar parte este canal de la identidad de la localidad desde tiempo remoto.

Este conjunto histórico, que es considerado como Espacio Arqueológico de Especial Interés, está compuesto por un acueducto y los restos de un antiguo molino harinero. Las cerámicas, encontradas y recuperadas en este entorno, lo sitúan en el siglo XVII, teniendo en cuenta la cantidad de topónimos y yacimientos arqueológicos que hay en la zona. La cronología de este canal arranca en la época islámica, continúa por la época medieval y llega hasta la moderna.

Hoy está totalmente inutilizado pero en su día sirvió para conducir el agua desde la Font del Molí hasta las tierras de cultivo que había en esta zona. También la canalización sirvió para hacer funcionar los molinos harineros que había en los alrededores. El muro tiene una forma trapezoidal en su parte más ancha, no presenta arcos, y tiene un canal a modo de acequia en su parte superior. Se ha conservado una longitud de 26 metros, con una anchura de algo más de cuatro metros y una altura máxima de cuatro metros y medio.

El acueducto está hoy enclavado en una zona salpicada de chalecitos y antiguas casas de campo restauradas. Se puede acceder a él andando. Es un paseo muy agradable porque está en un entorno muy bello. Se tarda desde el casco urbano menos de media hora. Hay que subir por la carretera hacia la Font del Molí y su entrada está señalizada.