El parque de la Font de Carrè es uno de los lugares más apetecibles cuando llegan las altas temperaturas
El parque de la Font de Carrè es uno de los lugares más apetecibles cuando llegan las altas temperaturas
Los jardines siempre fueron un lugar idóneo para contemplar y disfrutar cuando las altas temperaturas hacen acto de presencia. Finestrat posee uno de los parques urbanos más bonitos de la Marina Baixa. La Font de Carrè ha cumplido ya los 20 años y la vegetación ha alcanzado el esplendor necesario para convertirlo en el lugar ideal para pasar un buen rato sin los excesos del calor. El placer de pasear, leer o conversar, en medio de árboles y agua, es una de las mejores formas de pasar las tórridas tardes de este incipiente verano.
Por supuesto, visitar el parque de la Font de Carrè es una buena manera de terminar el recorrido turístico por el casco antiguo del municipio. La contemplación de los jardines siempre ha sido un atractivo para los viajeros que buscan encontrar la armonía de la naturaleza en medio de las ciudades que visitan. Pasear entre árboles de gran tamaño como los robles, las encinas, las moreras y otros más exóticos como la eritrina crista-gali o la charisa speciosa siempre es saludable y, un espectáculo para los sentidos, cuando están en plena floración.
El agua es el otro gran elemento de este bello jardín. En su parte más alta hay un pequeño estanque en el que se erige una gran mano. Esta escultura del alicantino Pepe Azorín tiene la forma de un cuenco que simula que da de beber. Este es el punto de partida de un arroyo que atraviesa el parque de norte a sur, con sus cascadas, los puentes de madera y el sonido del agua, que es una constante que acompaña al visitante, que se ve envuelto por los aromas cítricos de los arbustos que rodean la antigua casa labriega, hoy reconvertida en el Museo de Finestrat, que alberga la colección permanente de arqueología y etnología.
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