El lugar dónde se elige celebrar el día de los enamorados es clave para que la cita salga redonda. Los restaurantes que hay en la fachada marítima de La Cala de Finestrat son una apuesta segura porque pocas opciones son más románticas que una cena a orillas del mar, escuchando el vaivén de sus olas y viendo reflejada la luna en sus cristalinas aguas.

La oferta gastronómica de La Cala es muy amplia y está pensada para todos los gustos y bolsillos. Los amantes de la comida tradicional pueden degustar de buenas materias primas y unos platos típicos de la cocina finestratí. La cocina internacional es otra de las opciones, siendo los italianos y los de comida asiática los reyes. Las tapas son otra buena opción para una noche tan especial como la de San Valentín.