La Plaça de la Torreta, un coqueto rincón de casas de colores y jardines mediterráneos
Los últimos días de agosto dan paso a una temperatura más templada. Las tormentas del fin de verano consiguen romper con la tendencia monótona de aire sahariano y calor. Este es el momento ideal para retomar los paseos y disfrutar del casco antiguo de Finestrat. Pasear sus calles, deleitarse con sus placitas y pararse para hacerse una foto para el recuerdo. Hoy les proponemos que visiten la Plaça de la Torreta, con sus pintorescas casas en colores tierras, rosados, amarillos y blancos, con sus calles empedradas y los pequeños jardines con rosas, geranios , palmitos, galán de noche y jazmín. Un placer para los sentidos.
La Iglesia de Sant Bertomeu preside este coqueto rincón. Sus escalinatas han sido testigo a lo largo de los siglos de los acontecimientos familiares más importantes que han vivido y viven los vecinos y vecinas de esta bonita localidad. Su fachada es lisa, coronada por un ribete ondulado, sin decoración, lo que refleja aires del estilo neoclásico. Destaca el campanario, que sin ser muy alto, se eleva por las casas circundantes y es visible al visitantes que se acerca por la carretera que viene de la Sierra Aitana y de los municipios de la montaña.
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