Conocer el casco histórico de Finestrat a través de sus coquetas plazas diseminadas por todo el trayecto
Conocer el casco histórico de Finestrat a través de sus coquetas plazas diseminadas por todo el trayecto
Pasear por el casco histórico de Finestrat es adentrarse en un cuadro adornado por casas de colores y coquetas placitas que salpican las calles aquí y allá. Si el paseo es en invierno, la actual estación, el viajero se impregnará de un sentimiento bucólico que se agudizará en los días de frío, en los que las chimeneas dejan en el ambiente el olor a leña quemada. El olfato será sin duda el sentido que permitirá al turista internarse en tiempos no tan pretéritos, en los que el mundo rural todavía no había dicho adiós como forma de vida en este bello municipio de la Marina Baixa.
Son muchas las maneras de deambular y perderse por estas callecitas. Quizás una forma muy coqueta de hacerlo es conocerlas teniendo como punto de referencia las placitas que hay diseminadas a lo largo y ancho del casco histórico. Se puede empezar por la más grande, la Plaça de la Unió Europea, a la entrada del casco urbano y justo encima del párking subterráneo. Este enorme rectángulo es el lugar elegido para las grandes citas que se organizan en Finestrat, desde el Mercado Navideño hasta los eventos deportivos que concitan a cientos de personas.
Continuando por el carrer Nou se llega a la Plaça del Poble, centro neurálgico del casco antiguo de Finestrat, al encontrarse a pocos metros tanto el Ayuntamiento como la Iglesia de Sant Bertomeu. A escasa distancia de aquí y, casi de forma desapercibida, se encuentra La Placeta, chiquitita y punto de ramificación para acceder a diferentes calles y, entre ellas, la que lleva a la plaza de más reciente creación, la del antiguo Ayuntamiento, que se diseña a raíz de demoler el viejo consistorio.
Es posible llegar a La Placeta por otro itinerario, teniendo en común el punto de partida: La Plaça del Poble. Sin embargo, esta vez, se toma como referencia la entrada principal de la Iglesia, con sus escalinatas, que dan directamente a La Torreta, una de las plazas más pintorescas y mediterráneas de Finestrat. Si volvemos sobre nuestros pasos, y se atraviesa de nuevo el carrer Nou, se llega a la Fonteta, que es una pequeñita plaza que está justo en la carretera principal, donde el viajero podrá hacer un alto en el camino para recuperar fuerzas y degustar la gastronomía local que ofrecen los diferentes bares y restaurantes.
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