Las plazas de Finestrat son coquetas. Casi todas se encuentran en el casco antiguo del municipio. En la Cala solo está la del Ánfora y su belleza, tan extraordinaria, la hace única. Visitar estos rincones de la localidad es una buena opción para hacer turismo durante estos fines de semana de otoño. La agradable temperatura, acompañada de la nostalgia que impregna esta estación del año, son los ingredientes restantes para pasear y fotografiar pequeños detalles que nos acompañarán en el recuerdo.

Estas son las plazas del casco antiguo:

*La Plaça de la Unió Europea: Está a la entrada del casco antiguo, justo encima del párking subterráneo y al lado de la Casa de Cultura

*La Plaça del Poble: Se encuentra en el centro neurálgico del casco antiguo de Finestrat y constituye el nexo de unión entre las calles Nou y Major. La fachada de la Iglesia de Sant Bertomeu da a esta plaza y se encuentra decorada con una mural hecho por los alumnos de Bellas Artes.

*La Placeta: Está bajando el Ayuntamiento y es pequeñita.

*La del Antiguo Ayuntamiento: Es una plaza relativamente nueva que se hace a raíz de demoler el antiguo ayuntamiento. Tiene un empedrado muy bonito y es una de las paradas de la ruta Descubre Finestrat.

*La Glorieta: Está enfrente del colegio público Puig Campana y se caracteriza por tener una cruz. Es una intersección de caminos. Está restaurada.

*La Fonteta: Es una pequeñita plaza que está justo en la carretera principal. Es el lugar idóneo para hacer una parada en los restaurantes que hay por la zona.

*La Torreta: Es la salida principal de la Iglesia. El Ayuntamiento también tiene una salida a esta plaza. Está en el corazón del casco antiguo y los alumnos de Bellas Artes esculpieron unas sillas que invitan a sentarse y observar el bello entorno.

En La Cala:

*Plaça de La Mel: Es conocida popularmente como plaza del Ánfora porque en este lugar había un edificio que se denominaba así. Cuando fue derruido se construyó esta plaza que tiene unas vistas espectaculares al mar. Es un lugar estupendo para hacer un alto en el camino, disfrutar del paisaje y tomarse un aperitivo en los múltiples bares y restaurantes que hay en la zona.