El otoño es ideal para descubrir tesoros como el Acueducto Els Molíns y el Llavador, en la Font del Molí
El otoño es ideal para descubrir tesoros como el Acueducto Els Molíns y el Llavador, en la Font del Molí
Estos primeros días de otoño son ideales para hacer pequeñas rutas. Las temperaturas comienzan a ser agradables, aunque quizás no tanto como para abordar grandes caminatas, con desniveles pronunciados; pero sí para realizar cómodos paseos, que están rodeados de naturaleza, y permiten, al mismo tiempo, descubrir pequeños tesoros que están íntimamente ligados a la historia de los pueblos. Este es el caso del Acueducto Els Molíns y el Llavador, que se encuentran ubicados en el paraje natural de la Font del Molí, donde están los caños del agua que llega desde las entrañas del Puig Campana.
Pasear por el acueducto permite ver in situ cómo vivían nuestros antepasados y cómo el agua ha tenido siempre un papel fundamental en el desarrollo de la vida de los pueblos. En este paraje se encuentran buena parte de las huertas que proporcionaban los alimentos a la población finestratí. Su enclave es de una gran belleza, ya que se encuentra a los pies del Puig Campana, por lo que el recorrido se desliza a través de uno de los lugares de mayor valor paisajístico del municipio. Aunque ya no se usa, en su día sirvió para conducir el agua desde la Font del Molí hasta las tierras de cultivo y para hacer funcionar a los molinos que había en su alrededor. La cronología de este canal arranca en la época islámica, continúa por la época medieval y llega hasta la moderna.
El llavador, mucho más reciente que el acueducto, pero igualmente inutilizado en la actualidad, se encuentra situado al lado de estos canales y en medio de los bancales de árboles frutales que todavía existen en esta zona. Su vista actual difiere bastante de cuando fue construido. Como en casi todos los municipios, se ubicó en el lugar más cercano a las fuentes. Hoy el paraje es ideal, pero ayer, cuando sí desempeñaba una función real, estaba lleno de inconvenientes, ya que su distancia al casco urbano obligaba a las mujeres a cargar con el peso de la ropa mojada durante cientos de metros. Por suerte, hoy está en desuso y, en la actualidad, tan solo forma parte de la arquitectura popular y del patrimonio hidráulico de la provincia de Alicante.
Ambas construcciones están incluidas en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Patrimonio Cultural.
Aún no hay comentarios