Finestrat es un municipio que ha sabido conservar sus fiestas más tradicionales. Es el caso de Sant Antoni del Porquet, una festividad muy arraigada que recuerda al municipio agrícola y ganadero que fue, en el que la religión ocupaba un lugar preponderante. Siguiendo esta costumbre, este domingo, 19 de enero, se celebrará la bendición de animales a las puertas de la Iglesia de Sant Bertomeu, en su salida por la Plaça de la Torreta, a partir de las 12:30 horas, y se procederá a la tradicional subasta de lotes que los días anteriores se han recogido por las partidas rurales y el centro histórico de Finestrat.

Después de las bendiciones y la subasta habrá talleres infantiles y pintacaras, así como se podrán degustar, a precios asequibles, los productos de la tierra en la barraca popular que ha organizado la Comissió de Festes “El Balconet”.

Sant Antoni es una de las fiestas más celebradas en la Comunidad Valenciana. Santo del siglo III, conocido por su vida ascética, su devoción comenzó en Oriente, pero se trasladó hasta Occidente, siendo invocado como protector de las tareas agrícolas y de los animales. Cuentan que Sant Antoni era un gran amante de los animales a los que cuidaba y le obedecían ciegamente. Se le representa con báculo, vestimenta típica de asceta y la cruz de la Tau, con un cerdito o jabalí a sus pies. A Sant Antoni se le conoció también por su poder sanador contra enfermedades como la erisipela, enfermedad infecciosa bacteriana que afecta a la piel. A lo largo de la Edad Media se construyeron numerosos hospitales bajo su advocación en toda Europa.