La Bandera Verde ondea en Finestrat por su compromiso con el reciclaje de los envases de vidrio
La Bandera Verde ondea en Finestrat por su compromiso con el reciclaje de los envases de vidrio
La Cala de Finestrat es uno de los rincones emblemáticos del Mediterráneo, en sus orillas del Levante español. También es uno de los lugares más visitados, al tratarse de una playa urbana, muy coqueta y apetecible, que además es de fácil acceso. Miles de turistas se acercan todos los años a disfrutar de su fina arena y de sus aguas transparentes. Cuidarla y preservarla es, sin duda, unos de los mayores retos que tiene la administración finestratí, con el fin de hacer posible a la vez su goce con el menor impacto ambiental posible. Año tras año, este esfuerzo es recompensado, tanto por los turistas que la vuelven a elegir, como por los diferentes organismos que la vuelven a premiar por su buen estado, convirtiéndose en un referente de calidad de la marca Costa Blanca.
La Cala es también el nombre que se la da a esta parte del territorio municipal de Finestrat. Mirando a esta pequeña calita se asientan multitud de bares y cafeterías, que tienen el privilegio de poder atender a una clientela que mañana, tarde y noche los eligen, además de por su buen hacer, por el placer inmenso de pasar un buen rato, teniendo en su horizonte unas vistas espectaculares y una música de fondo cuyas notas están compuestas por el ir y venir de las olas. Esta pequeña elección satisface todos los sentidos del ser humano, porque a los anteriores expuestos, hay que añadir los exquisitos olores que salen de las cocinas de los restaurantes, sin olvidar el placer de sentirse acariciado por la brisa marina.
Este momento idílico comporta, sin embargo, un gran esfuerzo para mantener en el tiempo la belleza del lugar y la posibilidad de que las generaciones futuras también puedan disfrutar de estos momentos mágicos. Algunos datos como que Finestrat recogió durante el 2023 un total de 65 toneladas de envases de vidrio permiten entender la tarea hercúlea que supone preservar este hermoso rincón del Mediterráneo, sobre todo cuando se explica que el beneficio medioambiental de este acto cotidiano es el equivalente al CO2 que procesan 61 árboles durante 100 años. La recompensa es la fidelidad de los turistas que escogen La Cala para pasar sus días de vacaciones, sin pasar por alto su implicación, así como la de todos los vecinos y vecinas del municipio, en esta importante labor. La segunda recompensa es el reconocimiento oficial en forma de Bandera Verde. Gracias.
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