La Corona de Rey crece en las fisuras de las paredes del Puig Campana, a partir de los 1000 metros de altitud
La Corona de Rey crece en las fisuras de las paredes del Puig Campana, a partir de los 1000 metros de altitud
Corona de Rey. Corona de Rei. Saxifraga longifolia Lapeyr.
La Corona de Rey es una planta que crece en las fisuras de las paredes del Puig Campana. Es la planta que ha escogido para el mes de septiembre Manuel Mayor Rabasa, conocido popularmente como El Beato, y que ha estudiado con detenimiento la flora que crece en la segunda montaña más alta de la provincia de Alicante. Tiene unas flores blancas de gran belleza, que solo aparecen una vez en la vida, de ahí su espectacularidad y también su singularidad.
¿¿¿Qué aspecto tengo???
Soy una planta herbácea robusta, de crecimiento lento, muy bonita y rupícola, es decir me crío en las rocas. Inicialmente, aparecen mis hojas a ras de suelo. Posteriormente, del centro de todas ellas, emerge un tallo, llamado espigón, de color verde, robusto, erguido o arqueado, largo, ya que puedo alcanzar los 50 centímetros de altura, carnoso, pegajoso, al atraer a muchos insectos que quedan atrapados en él y con abundantes pelillos. Del espigón salen, en todas las direcciones, mis múltiples rabillos, pedicelos, que son también pegajosos y sostienen las flores. Este es un proceso extenso que me lleva varios años.
Mis hojas están en disposición circular, en forma de roseta basal, y a ras del suelo. Son numerosas y están apretujadas y ordenadas; carecen de peciolo, es decir, rabillo; son de color verde grisáceo por arriba, por el haz, y pálidas por debajo, por el envés; carnosas y duras, del tipo de las coriáceas; terminadas en punta aguda; sin pelillos, denominados glabras; en forma de cuchara, llamadas también espatuladas; y ásperas al tacto, al tener en los bordes unas costritas blancas, que son el resultado de absorber el carbonato cálcico de la roca, que al mezclarse con agua de la lluvia y, después, al evaporarse, se solidifica, quedando impregnada en la hoja. A lo largo del tallo, encontraremos unas hojitas mucho más pequeñas que las basales, que están espaciadas, cubiertas de pelillos y sentadas por su base al tallo, careciendo de rabillo. Todas ellas tienen el margen entero, aunque a veces también puede ser irregular, y están algo enrolladas hacia abajo.
Mis flores son blancas, están salpicadas de manchitas purpúreas, son numerosas, tengo más de 500, y vistosas. Aparecen al final de los numerosísimos rabillos peludos, pegajosos, que parten del mismo tallo o espigón, van en todas direcciones, alcanzando diferentes alturas, dándole un aspecto piramidal, es decir de panícula piramidal. Mi corola tiene 5 pétalos redondeados o espatulados, sin pelillos y con 10 estambres. Me verás florecer entre mayo y julio. Lo hago sólo una vez en la vida, de forma espectacular, consumiendo todas mis energías en este proceso. Finalmente, esparzo mis semillas y muero.
Mi fruto es una cápsula redonda, que se abre espontáneamente al madurar, en verano, liberando mis diminutas semillas parduzcas.
¿¿¿Dónde vivo???
Crezco en fisuras de paredones calcáreos inaccesibles, en lugares frescos, húmedos, orientados a la cara norte, a partir de los 1000 metros de altura. Hay varios refranes que reflejan la dificultad de mi existencia: “Donde la vida es dura, la saxífraga perdura” o “En la grieta más angosta, la saxífraga se aposta”
¿¿¿Sabías que ...???
No es necesario que os desplacéis a los Pirineos para verme, me tenéis aquí, en el Puig Campana, en Finestrat.
Llegué durante las primeras glaciaciones, hace un millón de años, y me he quedado con vosotros, aunque echo de menos los inviernos de antaño.
Mis semillas al caerse, se desplazan por la roca hasta alcanzar una grieta donde depositarse, iniciándose de nuevo mi ciclo vital. Yo, una vez me marchito, caigo y dejo el espacio libre para futuras formaciones.
Mis hojas hervidas se utilizaban como remedio popular por los pastores en los partos difíciles del ganado, para expulsar la placenta y la bolsa de aguas (líquido amniótico). Tengo propiedades abortivas. Así mismo, fui arrancada para evitar la intoxicación del ganado, lo que contribuyó a mi alarmante reducción. Actualmente estoy protegida. Os dejo con otro de mis refranes: “Saxífraga en el abismo, un canto al optimismo”.
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